En una votación reñida de 52-48, el Senado de los Estados Unidos confirmó a Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud, consolidando así la elección del expresidente Donald Trump para liderar el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS). Todos los senadores demócratas votaron en contra de la nominación, mientras que los republicanos, con la excepción de Mitch McConnell, respaldaron a Kennedy Jr.
La Casa Blanca reaccionó con entusiasmo a la confirmación, asegurando que el país estará “saludable” de nuevo bajo su liderazgo. Este nombramiento se suma al de Tulsi Gabbard como directora de Inteligencia Nacional, otra figura polémica cuya confirmación también contó con el rechazo unánime de los demócratas y la oposición de McConnell. Además, McConnell fue uno de los tres republicanos que votaron contra Pete Hegseth para secretario de Defensa, marcando su desacuerdo con algunas de las decisiones clave de la administración Trump.
La votación finalizó tras una decisión previa del Senado de poner fin al debate sobre la nominación de Kennedy Jr., lo que dejó el camino despejado para su confirmación. En un discurso de respaldo, John Thune (R-SD), líder de la mayoría republicana, destacó el compromiso del nuevo secretario con la lucha contra las enfermedades crónicas que afectan a millones de estadounidenses. “Demasiadas vidas se han perdido y demasiados dólares se han gastado en un sistema que necesita reformas”, afirmó Thune.
La confianza en las autoridades sanitarias ha sido un tema crítico en los últimos años, especialmente tras la pandemia de COVID-19. Muchos ciudadanos expresaron su frustración por la información confusa y contradictoria proporcionada por agencias gubernamentales. Kennedy Jr., quien ha sido un crítico de ciertas políticas de salud, tendrá la tarea de restaurar la confianza pública en el sistema de salud del país.
El nombramiento de Kennedy Jr. podría marcar un cambio significativo en la política sanitaria de Estados Unidos, dado su enfoque en temas como la regulación de la industria farmacéutica y la transparencia de las agencias sanitarias. Su historial y posturas políticas han generado debates acalorados tanto dentro como fuera del Senado, con críticos argumentando que sus puntos de vista podrían desafiar el consenso científico en ciertas áreas.
A pesar de la fuerte oposición democrática, el respaldo republicano asegura que Kennedy Jr. tendrá la oportunidad de implementar su visión para el HHS. Los próximos meses serán cruciales para determinar el impacto de su liderazgo en la salud pública y la política sanitaria del país.