El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca genera un cambio significativo en la percepción de los estadounidenses sobre la dirección del país. Según una encuesta reciente de Rasmussen Reports, el 47% de los votantes probables considera que Estados Unidos se dirige en la dirección correcta. Este repunte en el optimismo contrasta notablemente con los índices de aprobación durante la administración de Joe Biden. En julio de 2024, antes de las elecciones presidenciales, la aprobación de Biden cayó bajo el 36%, el nivel más bajo de su mandato.
Esta disminución se atribuyó a diversos factores, incluyendo la inflación persistente, desafíos en política exterior y una percepción general de estancamiento en temas clave. Las primeras acciones de Trump en su segundo mandato parecen haber influido en la percepción pública. Una de las iniciativas más destacadas es la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por Elon Musk, con el objetivo de reducir el gasto federal innecesario. Este departamento ha implementado un programa de bajas incentivadas para empleados federales, ofreciendo hasta ocho meses de salario y prestaciones a quienes opten por dejar sus puestos voluntariamente. Hasta la fecha, aproximadamente 75,000 trabajadores han aceptado esta oferta.
En el ámbito migratorio, Trump ha reinstaurado políticas como el programa “Quédate en México” y ha suspendido indefinidamente la llegada de refugiados al país. Además, ha incrementado el uso de la detención de inmigrantes y la deportación acelerada sin el debido proceso. Estas medidas buscan abordar la crisis migratoria que, según la administración actual, se agravó durante el mandato de Biden.
En términos comerciales, el presidente ha impuesto aranceles del 25% a todos los productos importados de México y Canadá, y un 10% a los provenientes de China. Estas acciones tienen como objetivo proteger la producción nacional y reducir la dependencia de importaciones extranjeras, priorizando los intereses económicos de los ciudadanos estadounidenses.
La comparación entre las administraciones de Trump y Biden revela diferencias notables en la percepción pública. Mientras que la aprobación de Biden se mantuvo por debajo del 45% durante gran parte de su mandato, Trump ha logrado un repunte en la confianza ciudadana en sus primeras semanas de regreso al poder. Este contraste puede atribuirse a las políticas implementadas por cada administración y a la respuesta de la población ante ellas.
Es importante destacar que, durante la presidencia de Biden, su índice de aprobación experimentó una tendencia a la baja, alcanzando mínimos históricos en comparación con presidentes anteriores. Factores como la gestión de la pandemia, la retirada de Afganistán y la inflación contribuyeron a esta disminución en la confianza pública.
En contraste, las acciones inmediatas de Trump en áreas clave como economía, migración y comercio parecen haber revitalizado la percepción de que el país avanza en la dirección correcta. La implementación de políticas enfocadas en la eficiencia gubernamental y la protección de los intereses nacionales ha sido bien recibida por una parte significativa de la población.
El retorno de Donald Trump a la presidencia ha influido en una percepción más positiva sobre la dirección del país en comparación con los índices de aprobación observados durante la administración de Joe Biden. Las políticas iniciales de Trump han generado confianza en una parte de la ciudadanía, aunque el impacto a largo plazo de estas medidas aún está por evaluarse.