China es una amenaza. En 2024, Hutchison Holdings, a través de su subsidiaria Panama Ports Company (PPC), reafirmó su posición dominante en la operación portuaria del Canal de Panamá, movilizando más del 39% de los contenedores que transitaron por los muelles panameños. Según datos de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), de los 9,5 millones de contenedores manejados en el país, 3,7 millones pasaron por los puertos de Balboa y Cristóbal, ambos gestionados por PPC. Este desempeño coloca a la compañía china en el centro del comercio marítimo regional y mundial.
Desde 1997, Hutchison Holdings opera las terminales de Balboa y Cristóbal bajo un contrato de concesión, que fue prorrogado en 2021 por 25 años. Estos puertos, situados estratégicamente en las entradas del canal por el Pacífico y el Atlántico, consolidan a Panamá como un hub logístico esencial para el comercio en las Américas.
Sin embargo, el liderazgo de Hutchison en el sector portuario no está exento de controversias. Mientras el resto de los puertos panameños son operados por empresas con capital de Estados Unidos, Taiwán, Singapur y Panamá, el dominio de la empresa china genera preocupaciones, especialmente en el contexto de la creciente influencia geopolítica de Pekín en América Latina.
Estados Unidos y sus preocupaciones estratégicas por China
El papel de Hutchison Holdings ha encendido las alarmas en Washington. El expresidente Donald Trump, junto con otras figuras políticas estadounidenses como el senador Marco Rubio, ha expresado inquietud sobre el poder estratégico que China podría ejercer en el canal en caso de un conflicto con Estados Unidos. Rubio, durante su próxima visita a Panamá, planea abordar este tema, argumentando que los puertos operados por China podrían usarse como una herramienta para bloquear el comercio marítimo global.
Aunque las autoridades panameñas insisten en que las decisiones sobre la ruta marítima son manejadas por la Autoridad del Canal de Panamá, autónoma y sin interferencia externa, la dependencia económica de Panamá hacia China sigue creciendo. El régimen de Xi Jinping ha realizado importantes inversiones en el país, fortaleciendo la relación bilateral y profundizando la influencia china en sectores clave.
En medio de estas tensiones, la contraloría panameña anunció el inicio de una auditoría a PPC para verificar si la empresa cumple con las condiciones de su contrato de concesión, incluyendo la correcta declaración de ingresos y pagos al Estado. Este proceso busca despejar dudas sobre la transparencia y los beneficios reales que la operación de estos puertos genera para Panamá.
Max Florez, director de Puertos e Industrias Marítimas Auxiliares de la AMP, subrayó en un comunicado que Panamá sigue siendo un enlace vital para el comercio internacional, destacando el papel del canal y sus terminales portuarias. Sin embargo, estas declaraciones contrastan con las preocupaciones sobre la creciente influencia china en el país.
El Canal de Panamá, por donde transita el 5% del comercio marítimo mundial, sigue siendo una infraestructura estratégica para las principales potencias económicas, como Estados Unidos, China y Japón. El dominio de Hutchison Holdings en los puertos de entrada al canal refuerza la importancia de China en el comercio global, pero también pone de relieve las tensiones geopolíticas entre Washington y Pekín.
Con la auditoría en marcha y la atención internacional puesta en Panamá, el futuro del canal y sus puertos se encuentra en un momento crucial. La balanza entre aprovechar las inversiones extranjeras y proteger la soberanía económica y política del país será clave para definir el rumbo de esta ruta marítima vital.