Un juez federal en Washington falló a favor del equipo de eficiencia gubernamental de Elon Musk, rechazando una solicitud para bloquear temporalmente su acceso a datos sensibles de al menos tres agencias federales.
Sindicatos y organizaciones sin fines de lucro habían intentado impedir que el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) de Musk accediera a registros de los Departamentos de Trabajo, Salud y Servicios Humanos, y la Oficina de Protección Financiera del Consumidor.
El juez de distrito John Bates escribió en su opinión que el gobierno probablemente tenía razón al categorizar a DOGE como una agencia, lo que le permite asignar personal a otros departamentos gubernamentales. Sin embargo, calificó su decisión como una “cuestión ajustada”, señalando que el gobierno no quería que DOGE fuera considerada una agencia bajo otra ley federal que la haría sujeta a solicitudes de acceso a la información.
Bates, nombrado por el expresidente George W. Bush, describió a DOGE como una “entidad de Ricitos de Oro: no es una agencia cuando es una carga, pero lo es cuando resulta conveniente”.
“Los demandantes no han demostrado una probabilidad sustancial de que [DOGE] no sea una agencia. Si ese es el caso, [DOGE] puede asignar a sus empleados a otras agencias de acuerdo con la Ley de Economía”, escribió Bates en su decisión.
Una agencia clave en la administración Trump
La recién creada agencia, una de las principales promesas de campaña de reelección del expresidente Donald Trump, tiene como objetivo reducir el despilfarro en el gasto gubernamental. Fue establecida por orden ejecutiva y funcionará temporalmente dentro de la Casa Blanca durante 18 meses.
El Departamento de Justicia ha argumentado que el personal de DOGE en cuestión son empleados del gobierno de EE.UU. “asignados temporalmente” y que, bajo disposiciones de la Ley de Economía, tienen derecho a acceder a la información solicitada.
Elon Musk celebró la decisión republicando la noticia en su red social X con la frase: “LFG” (acrónimo de “Let’s f—ing go”).