Cuando los Marlins de Miami gastaron todo su bono internacional para invertir en los hermanos Mesa, muchos, incluyéndome, sostuvimos y sostengo que fue dinero en la basura. Los cinco millones por la rúbrica de Víctor Víctor, fueron decididamente una pésima inversión, sobre todo por su anemia ofensiva. Sin embargo, el menor de la camada muestra destellos que sí podrían justificar el contrato y ahora fue llamado a la Gran Carpa.
Mesa Jr., prospecto número 26 de los Marlins según MLB Pipeline, se convierte este 2025 en el cubano número 28 en llegar a las Grandes Ligas. Es, además, el primer jugador de origen cubano en alcanzar MLB con los Marlins desde que Vladimir Gutiérrez lo hiciera en 2024. Esta cifra lo ubica como el cubano número 398 en alcanzar oficialmente las Mayores, y el número 396 en ver acción, considerando que Ronnier Mustelier (Bravos) y Luis Miguel Romero (Oakland) fueron activados en su momento pero nunca llegaron a jugar. Esta marca es mucho más que un número: representa la constancia de una tradición beisbolera cubana que sigue dejando huella en el béisbol de Estados Unidos. Mesa Jr. inscribe su nombre en una lista que no deja de crecer con talento proveniente de la isla.
Con su ascenso, Víctor Mesa Jr. también se convierte en el cubano número 13 en vestir el uniforme de los Marlins. Esta franquicia, históricamente vinculada con el talento cubano, suma a otro representante de la isla a sus filas. Firmado por un millón de dólares en 2018 tras salir de Cuba, Mesa Jr. ha estado seis años formándose en el sistema de desarrollo del equipo. Su trayectoria no ha sido sencilla, marcada por lesiones y ajustes. En 2024 estuvo a punto de ser llamado tras mostrar cifras interesantes en Triple A (.259/.319/.430, 13 HR, 51 RBI, wRC+ de 98), pero una lesión lumbar frustró sus planes. A pesar de ello, su determinación lo mantuvo enfocado.
Este 2025 tampoco empezó de la mejor manera para Mesa Jr. Durante los entrenamientos de primavera, una distensión en el tendón de la corva lo apartó de la competencia por un puesto en el roster del Día Inaugural. Sin embargo, la recuperación fue exitosa y recientemente disputó seis juegos en Triple A Jacksonville, dejando una línea ofensiva de .300/.375/.650. En ese breve pero sólido desempeño, conectó un cuadrangular, remolcó cinco carreras y mostró un wRC+ de 161. Su capacidad para producir frente a lanzadores zurdos se mantiene como una de sus principales fortalezas, con un OPS cercano a .900 contra ellos en las últimas dos temporadas.
Defensivamente, Mesa Jr. es un pelotero versátil que puede desempeñarse en cualquiera de las tres posiciones del outfield. Esto le da a los Marlins opciones estratégicas para su utilización en los próximos juegos. Aunque no estará en el lineup titular este lunes, la inclusión de Mesa Jr. en el roster de 26 jugadores representa un hito significativo.
El impacto que pueda tener Mesa Jr. en el roster de los Marlins aún es incierto. Sin embargo, su habilidad, segén entendidos para enfrentar zurdos, su velocidad y su versatilidad defensiva pueden ser claves en momentos específicos de la temporada. Para un equipo como los Marlins, que busca equilibrio entre juventud y experiencia, Mesa Jr. puede ser un recurso interesante si logra mantener consistencia y las gradas tienen paciencia. Su papel inicial probablemente será como jardinero suplente y bateador emergente.
Hasta ahora el sueño dorado de los hermanos Mesa con los Miami Marlins es un estrepitoso fracaso. Víctor Víctor Mesa y Víctor Mesa Jr. llegaron a la organización con una expectativa enorme, producto de la inversión millonaria del club y su potencial. Sin embargo, los números muestran una decepción absoluta tanto en su desarrollo como en su rendimiento ofensivo. En ligas menores, ninguno logró mostrar consistencia en el plato, con promedios de bateo muy por debajo del estándar para prospectos de su nivel. Los Marlins habían apostado por talento cubano joven, pero la apuesta no rindió frutos. Hoy, con la llamada de Víctor Mesa Jr. a Grandes Ligas, las dudas se multiplican.
Víctor Víctor Mesa, el hermano mayor, fue el primero en ser considerado una joya. Miami lo firmó por más de cinco millones de dólares, y se esperaba que liderara el futuro de los jardines del equipo. Sin embargo, su rendimiento fue una debacle: un promedio de bateo que apenas superaba los .230, sin mostrar poder ni velocidad desbordante. En 2023, quedó relegado a ligas menores sin perspectivas claras de ascenso. Su progreso ofensivo fue casi nulo, acumulando pocos extrabases y una alarmante tasa de ponches. Su contrato multimillonario es hoy motivo de críticas en la gerencia.
Por su parte, Víctor Mesa Jr., el menor, tuvo una trayectoria apenas mejor, pero igualmente decepcionante. A pesar de que su promedio de bateo en Doble A fue levemente superior al de su hermano, apenas rozó los .250. Su OBP (porcentaje de embasado) fue mediocre y su slugging, francamente pobre. Con menos de diez jonrones en toda la temporada, no demostró ser un bateador temible. Además, su velocidad en bases no fue suficiente para compensar sus deficiencias ofensivas. Su promoción a Grandes Ligas hoy parece más un acto desesperado que una recompensa por mérito.
El ascenso de Víctor Mesa Jr. ha generado más preguntas que respuestas en la afición y la prensa. Con apenas un .240 de promedio en su última temporada en Doble A, no hay indicios de que pueda impactar de inmediato. La gerencia parece estar intentando justificar una inversión que ya es difícil de defender. Los fanáticos se preguntan por qué darle una oportunidad a un jugador que no ha demostrado solidez en el plato. Además, su defensa, aunque competente, no es lo suficientemente destacada para cubrir sus deficiencias ofensivas. La expectativa inicial se ha transformado en escepticismo.
Víctor Mesa Jr. enfrenta un reto monumental en su debut en Grandes Ligas. Los pitchers de MLB no perdonarán sus limitaciones en el plato. Si Víctor Mesa Jr. no logra revertir su trayectoria, su breve paso por las Grandes Ligas será recordado como un símbolo del fracaso. Los Marlins necesitan repensar su sistema de desarrollo de prospectos, especialmente en el área internacional.