La comunidad del sur de la Florida lamenta profundamente la partida de Lincoln Díaz-Balart, excongresista de los Estados Unidos y figura icónica en la lucha por la democracia en Cuba y la defensa de los derechos humanos. Su fallecimiento, ocurrido el 2 de marzo, fue confirmado por su hermano, el congresista Mario Díaz-Balart, a través de un comunicado oficial en el que expresó el “profundo dolor” de la familia y destacó su legado como “defensor de los oprimidos y silenciados”.
Un Legado de Lucha por la Libertad
Nacido en La Habana en 1954, Lincoln Díaz-Balart llegó a Estados Unidos como exiliado político tras la dictadura cubana, una experiencia que marcó su compromiso con la libertad y la justicia. A lo largo de su carrera política, se dedicó a promover la democracia en su país natal y a proteger los derechos de los inmigrantes en los Estados Unidos.
Díaz-Balart sirvió en la legislatura de Florida antes de ser elegido al Congreso, donde representó al 21º distrito de Florida desde 1993 hasta 2011. Durante sus 18 años en la Cámara de Representantes, fue un ferviente opositor del régimen cubano y jugó un papel fundamental en la elaboración de políticas clave, como la sección de la Ley Helms-Burton de 1996 que establece condiciones estrictas para el levantamiento de sanciones a Cuba. Además, fue el autor de la Ley de Ajuste Nicaragüense y Alivio Centroamericano (NACARA) de 1997, que benefició a miles de inmigrantes en los Estados Unidos.
Influencia en la Política Estadounidense
Díaz-Balart se convirtió en el primer hispano en formar parte del influyente Comité de Reglas de la Cámara y trabajó en legislaciones cruciales, como la creación del Departamento de Seguridad Nacional tras los atentados del 11 de septiembre y la extensión de la Ley de Derechos Electorales.
Su dedicación a la causa de la libertad y la democracia le ganó el respeto de la comunidad cubanoamericana y de muchos líderes políticos en Estados Unidos. Su hermano Mario Díaz-Balart, quien lo sucedió en el Congreso, lo recordó como un hombre guiado por su “amor por Estados Unidos y su incansable compromiso con la causa de una Cuba libre”.
Una Familia con Historia Política
Los Díaz-Balart han sido una familia influyente tanto en la política cubana como en la estadounidense. Su padre, Rafael Díaz-Balart, fue un destacado opositor del régimen de Fidel Castro. Tras su retiro del Congreso, Lincoln Díaz-Balart continuó activo en la lucha por los derechos humanos y la democracia en Cuba.
Le sobreviven su esposa Cristina, su hijo Daniel y su nuera Estefanía, sus nietos Lincoln Daniel y Edwin Rafael, así como sus hermanos Rafael, José y Mario, y sus respectivas esposas. La familia ha anunciado que se celebrará una misa pública en su honor, cuyos detalles serán revelados próximamente.
Reacciones y Condolencias
La noticia de su fallecimiento ha generado una ola de condolencias y mensajes de reconocimiento por parte de políticos, activistas y miembros de la comunidad exiliada cubana. Su legado como defensor de la democracia y los derechos humanos queda plasmado en la historia del exilio cubano y la política estadounidense.
Con su partida, la comunidad del sur de la Florida pierde a un líder indiscutible, pero su lucha y valores seguirán inspirando a futuras generaciones en la búsqueda de la libertad y la justicia.