El expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se manifestó a favor del cierre inmediato del Departamento de Educación durante una rueda de prensa en la que criticó duramente el desempeño educativo del país en comparación con su inversión por estudiante. Sus declaraciones llegan poco después de que el gobierno anunciara recortes por casi 1.000 millones de dólares en el presupuesto educativo.
Trump calificó el Departamento de Educación como “una gran estafa”, argumentando que Estados Unidos ocupa el puesto 40 en el ranking de desempeño educativo global, a pesar de ser el país que más gasta por estudiante. “Hemos estado entre el 38 y el 40. La última vez que miré éramos el 38, y hace dos días vi que habíamos caído al número 40”, expresó Trump, mencionando a países como Noruega, Dinamarca, Suecia y China entre los mejor posicionados en educación.
Para Trump, la solución radica en descentralizar la educación y devolver su gestión a los estados. “Yo digo que la devuelvan a Iowa, a Idaho, a Colorado. Probablemente tenemos 35, quizás 37 estados que lo harán tan bien como Dinamarca, Noruega, Finlandia o Suecia. Serán igual de buenos”, afirmó el exmandatario.
Recortes de 881 Millones de Dólares en Educación
Las declaraciones de Trump se producen poco después de que el Departamento de Educación anunciara la eliminación de 89 contratos y subvenciones, lo que representa un recorte de 881 millones de dólares. Entre las medidas más destacadas, se incluyen la eliminación de 29 subvenciones relacionadas con la Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), así como la suspensión de un contrato de 1,5 millones de dólares destinado a supervisar operaciones administrativas y postales en un centro de correo.
El debate sobre la financiación y gestión de la educación pública en Estados Unidos sigue generando controversia. Mientras algunos sectores ven en la descentralización una oportunidad para mejorar la calidad educativa, otros advierten que la falta de un marco federal podría aumentar las desigualdades entre los estados, afectando a los estudiantes más vulnerables.
Con la postura de Trump y los recientes recortes, el futuro de la educación en Estados Unidos se encuentra en un punto crítico. La discusión sobre el papel del gobierno federal en la educación continuará siendo un tema central en la agenda política del país.